Son finales de los años 50. España, en plena dictadura franquista, acaba de salir de la posguerra y finalizado su aislamiento internacional. Con la ayuda norteamericana, comienza una fase de desarrollo económico tras años de crisis económica y cartillas de racionamiento. El nuevo desarrollo e industrialización de Madrid demanda de innumerable mano de obra joven y cientos de miles de españoles procedentes del medio rural, huyendo de la miseria en el campo, se dirigen a la capital en busca de trabajo.
Para paliar esta situación se crean los poblados dirigidos. Estos fueron una iniciativa del Gobierno de la época para la construcción de vivienda barata enmarcada dentro del Plan Nacional de Vivienda del año 1955. En esta iniciativa formaron parte jóvenes arquitectos cuya participación en estos proyectos sirvió de punta de lanza para la entrada de la arquitectura moderna en España, bajo cuya tutela y la del Ayuntamiento de la capital, se permitió la autoconstrucción de vivienda a los futuros propietarios. Se realizaron en total 8 de estos núcleos ayudados por la reciente normalización del suministro en el país de hierro y cemento.
El Poblado Dirigido de Canillas, que será el que nos ocupe, fue comenzado en 1956 de la mano del arquitecto Luis Cubillo de Arteaga (inspirado en el neoplasticismo holandés, los cuadros de Mondrian y en el arquitecto Arne Jacobsen). [1]
http://www.gomeznarro.es/gomeznarro-un-barrio-con-historia/neoplasticismo/
La entrada de arquitectos jóvenes supuso ideas innovadoras para la resolución del complejo desafío político-social. Tal y como dijo Luis Valero, director del Instituto Nacional de Vivienda en 1956, dada la situación, era necesario “agudizar el ingenio”.
Estos poblados fueron promocionados a través del INV y la Comisaría General de ordenación urbana de Madrid (COUMA), que compró y preparó el suelo cediéndolo a empresas privadas, sociedades inmobiliarias o a la Obra Sindical del Hogar.
Estructura del Poblado Dirigido de Canillas
El poblado dirigido de Canillas fue construido en las cercanías del antiguo pueblo que le da nombre, Canillas, entorno a un proyecto inicial de Poblado de Absorción. Este último, diseñado por la Obra Sindical del Hogar y el arquitecto Federico Faci, ha sido demolido casi en su totalidad.
El poblado dirigido de Cubillo constaba de cuatro partes divididas por una serpenteante calle principal llamada Gomeznarro en honor de un pueblo de Valladolid. Esta es la calle que da nombre al blog y con la que comúnmente se denomina hoy en día a la zona. De esta calle principal salían calles secundarias en T para evitar los cruces.
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Cada unidad incorporaba las distintas tipologías de vivienda organizadas de manera escalonada y en hilera en dirección este-oeste. La tipología de vivienda incluía unifamiliares de dos plantas al sur, bloques de cuatro plantas y finalmente torres de doce al norte, junto a la carretera de canillas. De este modo y estructuradas de manera escalonada se posibilitaban las vistas de todos los bloques y un asoleo óptimo. Fueron realizados igualmente varios equipamientos como una zona comercial central (ya desaparecida), un cine, que finalmente no fue inaugurado y que acabo siendo un polideportivo, actualmente reconvertido en Aulas Taller del Centro Federico Chueca y la Iglesia parroquial de Nuestra Señora del Tránsito. [2]
Cabe destacar como soluciones arquitectónicas el uso de cubiertas invertidas y la construcción en ladrillo, impuesta para dar eficiencia a bajo coste en aquella época y facilitar el mantenimiento. [3 ]
Cómo se llevó a cabo
Para las viviendas se procuraron buenas condiciones de financiación a 50 años de tal manera que la mensualidad a pagar fuera reducida dadas las circunstancias en las que llegaban a la ciudad los habitantes originales. Sin embargo era frecuente el solicitar una entrada del 20% a la cuál pocos podían hacer frente. La solución propuesta fue la autoconstrucción de tal manera que si los futuros vecinos trabajaban en la construcción del barrio como mano de obra quedaban exentos de este pago. Eran los llamados Domingueros (pues era en Domingo cuando realizaban esta prestación).
En palabras de Antonio García Burgos, único delineante del arquitecto Luis Cubillo: “Construir esto fue un triunfo, teníamos cuatro perras en las que todo el mundo se iba a buscar trabajo a Alemania”. Pone en contexto la situación de la época y del lugar en el mencionado terminó viviendo y criando a sus hijos y que él mismo delineó.
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El propio Luis Cubillo afirmaba lo siguiente:
“La faceta más divertida de los poblados dirigidos, al menos para mí, fue la experiencia de la prestación personal. Exigía una dedicación tremenda, porque los sábados y los domingos nos reuníamos con una serie de insensatos; un señor que era corneta, otro peluquero (…) Fue emocionante todo aquello (…) Los arquitectos lo éramos todo allí; gerentes y arquitectos directores. Tuvimos esos dos grandes riesgos, y para mí el mayor fue el de hacer el papel de gerentes, por la importancia económica que tenían los poblados dirigidos. A veces me parece un milagro que aquello saliese bien, porque aunque supiéramos de construcción, de finanzas no teníamos ni idea (…) lo recuerdo como la época más feliz profesionalmente.” [4]
En una entrevista el hijo de Luis Cubillo, Luis Cubillo hijo, nos da información que sirve para hacerse una idea del ambiente en el que se realizó la obra: “Fue el proyecto del que más disfrutó mi padre”, “Se sabía la vida de todos, cuántos hijos tenían, si se ponían enfermos…” o “Si alguien se moría o le pasaba algo, la vivienda la finalizaban entre los demás y se la entregaban a la familia.” Existían fuertes lazos de solidaridad entre la cuadrillas de domingueros. Se prescindió de lo superfluo en la construcción buscándose la pureza geométrica repitiéndose patrones de cerámica, juegos de claros y luces en los adosados y en las torres respectivamente. Al final se acabó levantando un barrio para 1500 familias.[5]
http://www.gomeznarro.es/gomeznarro-un-barrio-con-historia/luis-cubillo-de-arteaga/
Una foto área del barrio en aquella época muestra un barrio como de Magritte y su realismo mágico, donde los bloques de dos y cuatro alturas se ordenan perfectos, fríos y solitarios, en un paisaje en aquel entonces casi desértico en el que solo destacan unos cipreses en el horizonte. Como un Jacobsen, menos frío, pero más seco: perfecto en la solución de las cubiertas, sobrio y seguro en la composición de las fachadas y estricto en la distribución y dibujo de las plantas. [6]
En esta otra entrada del ABC de la época se puede ver el elogio de la prensa a los trabajadores de las cuadrillas de domingueros:
http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/sevilla/abc.sevilla/1960/06/25/005.html
Fuentes:
[1] Wikipedia
[2]DocomomoIbérico
[3] Fuente:realidad-vivienda-obrera luis moya
[4] La Ciudad Viva www.laciudadviva.org
[5] El País
[6] Madripedia
Fotografía:
[1] CastillodelaJara Panoramio: http://www.panoramio.com/photo/44169177
[2] Subur: http://subur.urbanaccion.org/?p=1554
Pobre dos alunos e internalizam esta inibição para a acçãop, encerrando a criação em si mesma.Esquece-se o anónimo que os erros não são dos (pobres dos) alunos mas de quem é suposto garantir-lhes educação; ortografia incluÃda